SOL LEWITT
Hartford, Connecticut, EE.UU, 1928 – Nueva York, EE.UU. 2007

Dibujo mural #499
Pirámide plana realizada con lavados de tinta de color superpuesta
Lavado de tinta a color

Las reflexiones y la obra de Sol LeWitt han tenido una enorme influencia y continúan inspirando a muchos artistas y pensadores jóvenes. Sus escritos sobre Arte Conceptual lo convierten en uno de los defensores más importantes de esa novedosa aproximación a la creación artística. La disociación entre idea y proceso en la realización de la obra de arte le llevó muy pronto a delegar en otras personas -como hace el arquitecto con las empresas constructoras o el compositor con los músicos- la tarea de fabricar sus estructuras o ejecutar sus dibujos murales.

LeWitt inició la producción de sus Dibujos Murales en 1968 y continuó hasta su muerte en 2007. Un corpus de obra totalmente conceptual, los Dibujos Murales se concibieron como un conjunto de instrucciones creadas para ser ejecutadas por cualquiera, incluyendo el artista. Es decir, que esas obras existen en forma desmaterializada hasta que se plasman directamente en el espacio expositivo. Al contrario de otras obras de arte, su forma material -en este caso, la tinta de color aplicada en capas sobre la pared- no está pensada para perdurar, sino para borrarse y volver a ejecutarse en otra superficie mural. Con ello, la obra de LeWitt se mantiene muy viva y, como una partitura musical, sujeta a nuevas interpretaciones: cada dibujo es redimensionado para encajar en el nuevo espacio, y nuevas manos volverán a ejecutar las instrucciones del artista, manteniendo la obra con la frescura de su primera presentación. El esquema cromático se basa en cuatro colores: amarillo, rojo, azul y negro. Todas las formas geométricas parten de una única línea inclinada en una dirección diferente, vertical, horizontal y oblicua.