Miró creaba a partir de objetos que encontraba al pasear. Objetos que le atraían y que llevaba a su estudio para unirlos a otros procedentes de otros lugares, de otros paseos. Allí, en el silencio del taller, surgía la chispa que llevaba a Miró a ensamblarlos para después, en la fundición, convertirlos en una poética escultura donde los objetos quedaban diluidos formando una pieza única, un nuevo objeto.

La exposición está dividida en cinco espacios. Cada uno de ellos tiene una temática predominante que te permitirá disfrutar de la exposición de manera didáctica, palpando la evolución de Miró en el lenguaje de las tres dimensiones.

En las vitrinas encontrarás algunos de los objetos originales que utilizó para realizar las esculturas que verás a continuación. Las cartelas numeradas te ayudarán a saber qué ensamblajes fueron los puntos de partida de cada una de las obras. Seguro que descubres cosas asombrosas, esa era la intención de Miró: avivar nuestra mirada y despertar nuestra imaginación. Entra y disfruta.